Clasificación de los seres vivos
Antiguamente, para la ciencia sólo había animales o plantas. A medida que fueron aumentando los conocimientos surgieron problemas a la hora de clasificar a un organismo. La biología moderna dio a los científicos las herramientas necesarias para asignar cada uno de ellos a un grupo. Aun así, quedaban formas vivas que se disputaban zoólogos y botánicos. Los organismos sin núcleo celular eran tan simples que no podían incluirse en ninguno de los dos grandes grupos, y otros, como los hongos, presentaban características de ambos.
Así pues, a partir del último tercio del siglo XX quedó totalmente admitido que el conjunto de los seres vivos tenían que agruparse en cinco reinos: Procariotas, para incluir los que no poseen todavía un núcleo celular; Protistas, donde se incluyen todos aquellos normalmente unicelulares y que sólo de modo circunstancial forman agregados de células; Hongos, donde están organismos con rasgos animales y vegetales, y Plantas y Animales, donde se incluyen los pluricelulares autótrofos y heterótrofos respectivamente.
A partir de todas estas consideraciones, la clasificación general de los seres vivos se divide en cinco reinos: monera, protista, fungi plantae y animalia.
Clasificación de los seres vivos según Aristóteles
Aristóteles distinguió entre animales «con sangre» y animales «sin sangre», refiriéndose a los vertebrados e invertebrados tal y como los designamos hoy. Esta clasificación se mantuvo vigente durante toda la Antigüedad.
Clasificación de los seres vivos según Linneo
La clasificación en la actualidad de los seres vivos se basa en la realizada por el naturalista sueco Carl von Linné o Linneo en el siglo XVIII. Esta clasificación se apoya en la semejanza que se observa en la estructura de los organismos vivos; dos organismos muy parecidos estructuralmente se incluyen en el mismo grupo.
El sistema de Linneo (1758) clasificó a todos los organismos vivos macroscópicos como Animales o Plantas, basándose en si se movían [ánima, con un alma] o no. Así, los hongos fueron incluidos como plantas. Con la invención del microscopio y el descubrimiento de los microogranismos, las bacterias, las algas y otros organismos unicelulares fueron clasificado de diversas maneras como uno u otro, o a veces colocados en un reino separado.
Según San Isidoro
En la Edad Media, San Isidoro establece una nueva clasificación basándose en características muy llamativas pero poco significativas desde el punto de vista evolutivo. Clasificaba, dentro de los animales, el grupo de los cuadrúpedos y, en él, tres subgrupos: feroces, mansos y pequeños. Según esta clasificación, animales tan parecidos como el perro y el lobo pertenecían a grupos diferentes, mientras que la vaca, estaba en el mismo grupo que el perro.
Más Clasificaciones
En clasificaciones antiguas, los hongos se incluyeron dentro del reino plantae. A pesar de ello, poseen características de los dos grupos: por una parte, son inmóviles como las plantas, pero, por otra, presentan nutrición heterótrofa al igual que los animales, por lo que hoy se les consideraría un reino aparte (Fungi).
En el siglo XIX se descubrieron las bacterias, con una estructura totalmente distinta a la de la célula animal y vegetal: la estructura procariótica. Todos los seres procariotas se clasifican dentro del reino monera.
Por último, se creó el reino protista, en el que se incluyen todos esos organismos difíciles de clasificar pues tienen estructuras y características que podrían pertenecer al reino monera.
El sistema de los Cinco Reinos (propuesto por primera vez en 1969 y ahora el más ampliamente utilizado) coloca a todos los procariotas (organismos sin membranas nucleares) en un solo Reino Monera, y separa las tres ramas principales de los eucariontes multicelulares como Reinos separados. En este sistema, los protista tiende a permanecer como un taxón cajón de sastre para grupos eucarióticos, como las algas altamente diversas, que no encajan fácilmente en los otros reinos.
El sistema de los Tres Dominios se basa en la evidencia molecular moderna, y utiliza la categoría Dominio como un SuperReino para enfatizar los linajes extremadamente antiguos que existen entre los procariotas y los protistas, y las relaciones relativamente recientes de los organismos multicelulares. Continúa una discusión considerable sobre las relaciones exactas entre los principales linajes vivos. El uso de la evidencia molecular se complica con el reconocimiento de la transferencia lateral de ADN entre linajes tempranos en la evolución.